Este carro alemán más que de la necesidad, nació en 1977, de la incertidumbre de la posible caída de un peso pesado, con buena quijada y fajador-911-. Era más el miedo de su creador que del mismo mercado y la noticia del día a día sobre la escasez de petróleo. Esto sumado al debilitamiento e inseguridad de la marca, le dieron el jaque mate, a un vehículo que sin lugar a dudas, pudo ser uno de los mejores.
Esta máquina tenía un motor de 4.5 litros V8, con 236 caballos de fuerza. Su transmisión es mecánica de cinco velocidades, con la particularidad de que la Primera es hacia atrás comúnmente llamada “Dogleg”. El 928 sorprendió también a todos por su línea redondeada (con la integración de los parachoques), pero mucho más agresiva. Una línea que salió de la inspiración del diseñador Anatole Lapine como de los estudios desarrollados en el túnel de viento y una carencia absoluta de apéndices aerodinámicos. El Gran Turismo era el “Patito feo” en un lago de cisnes. Existen 60 mil unidades.