Esta es la demostración de que un ajuste mecánico puede hacer brillar a un vehículo opaco, de ruda estética, y una puerta deslizante para salir en el costado derecho, que hacía de esta operación un martirio.
Sin embargo, en 1989 resucitó de manera sorprendente, el hecho de haber cambiado su motor de 2.5L de 102 hp por uno de 2.5L Turbo que le otorgaba 150 hp, le dio un giro de 180° grados a la historia de esta mini van. Pasó de ser una “cafetera escolar”, a un jet en la calle, que pelearía de tú a tú con cualquiera que lo retara en un semáforo a un “pique”.