A diferencia del Mustang, el pájaro del trueno no fue pensado como un deportivo, sino como un convertible para disfrutar del viaje. Su vida comenzó en 1955 y continuó durante 13 generaciones hasta 1997 cuando fue discontinuado. Sin embargo, cuando Ford festejó sus 100 años volvió a la vida junto con el GT (por el GT40) dentro del programa Ford Living Legends, lo cual indica la importancia del modelo para el óvalo azul.
Nacido como un biplaza, pronto incorporó asientos posteriores y generación tras generación fue creciendo y adaptándose al espíritu de época como la tercera generación de líneas inspiradas en la cohetería espacial. Si bien el Thunderbird logró sobrevivir a la crisis del petróleo, no logró continuar su carrera hasta el nuevo siglo. Lamentablemente, su resurrección de carácter retro, ocurrida en 2002 no tuvo mucho vuelo y después de un despegue prometedor debió bajar por última vez a tierra.