El GT4 es sin duda el Cayman que el mundo estaba esperando, y es que siempre se había comentado que Porsche nunca fabricaría un Cayman más capaz (aun cuando el chasis siempre mostró mucho potencial) que la vaca sagrada de la firma, el 911. Sin embargo ese día llegó, Porsche cedió ante la presión y el GT4 arriba para ubicarse como el pináculo de la gama Cayman. Recurre a un motor B6 de 3.8 litros (el mismo que utiliza el 911 Carrera S) que produce 385 hp y que se acopla a una transmisión manual de seis velocidades. Además del incremento de potencia, recibe mejoras aerodinámicas, en chasis y frenos para lograr tiempos de infarto en pista.