La Cuarta Generación (2002-2008), del VW Polo que además de avanzar en términos de impulsores, dejó de lado el diseño rígido y tanto la parrilla como su parte trasera ofrecieron un estilo renovado – faros delanteros y “Stops”, le dieron un toque más deportivo-.
Adimismo, experimentó un cambio estructural debido a que compartió la plataforma del SEAT Ibiza y de la tercera generación del Skoda Fabia, que inmediatamente dejó fuera de combate a la versión “familiar”.
Los impulsores a gasolina fueron el de 1.2 litros hasta el 1.8 litros. Con potencias que iban desde 55 a 150 HP. Mientras que los Diésel eran un 1.4 litros de 70 y 80 HP y un 1.9 litros en versiones de 64, 100 y 130 HP. Como dato curioso, en Sudamérica, el Polo fue lanzado con un motor 1.6 litros de 101 caballos de fuerza.