Este modelo podría convertirse en 2019 en el segundo vehículo de la gama eléctrica de Audi, un año después de que la marca lance el SUV de producción basado en el conceptual e-Tron. Aquí se plasma parte del lenguaje de diseño que tendrán los futuros Audi, partiendo por el A7 del próximo año (que debería tomar parte de este estilo), con una línea de techo más agresiva, luces LED muy finas y una sensación de mayor anchura. Contará con el mismo sistema de propulsión del e-Tron Concept, con un motor eléctrico en el eje delantero y otros dos en el trasero, tracción quattro, 435 Hp para acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos, y 500 km de autonomía.